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El testimonio de Alberto Beltramo a una semana del devastador incendio del galpón ferroviario

Nadie espera que el fuego te lleve todo lo trabajado en gran parte de la vida en minutos. El 26 de noviembre, las llamas arrasaron el galpón donde vivía Alberto y funcionaba su taller de compostura de calzado y fábrica de botas artesanales

Por Chino Zanello

Se cumplió de una noche que aparentaba ser tranquila en Cañada Rosquín. Lo que empezó como un principio de incendio se terminó convirtiendo en un siniestro de enormes proporciones que destruyó por completo el galpón ferroviario donde vivía Alberto Beltramo y funcionaba su emprendimiento: el Taller de compostura de calzado y fábrica de botas artesanales «El Repique».

Pese a la rápida respuesta de Bomberos Voluntarios de Cañada Rosquín, que rápidamente acudieron al lugar con sus unidades, desplegando un operativo sin pausa para lograr la extinción de las llamas, evitando que el fuego se propagara al resto de las construcciones cercanas. Un enorme esfuerzo humano y de caudal de agua, que requirió de la ayuda de cuarteles vecinos para una acción conjunta. De esta forma llegaron al lugar, en la medianoche del 26 de noviembre, Bomberos de Carlos Pellegrini, Centeno y San Martín de las Escobas. El fuego quedó circunscripto y controlado, pero ardió todo.  

Foto: Postarosquín

El testimonio de Alberto Beltramo

En ese contexto, el artesano zapatero de 85 años, expresó a Postarosquin, «pude salir justo, pero me llevó todo» con excepción de su vehículo y una combi que llegó a liberar a tiempo. «Estaba acostado, y empecé a sentir unos ruidos, pero pensé que eran chicos que muchas veces pasan por el Playón y juegan o tiran piedras. Antes de acostarme hice como todas las noches un recorrido por todos los sectores del galpón» repasa Alberto.

» El ruido me intranquilizó y me levanté…cuando abrí la puerta, ví una llamarada..de ahí en más fue todo tan rápido. Pude sacar el auto y la combi. A todo esto ya vinieron en ayuda las chicas de la Otac que vieron desde la calle Buenos Aires como salía humo que salía del galpón,porque estaban barriendo en el acceso». Luego Alberto, muy emocionado dijo «Estoy muy agradecido con ellas».

Foto: Postarosquín

El relato de Alberto es desgarrador. El recuerdo de esa noche lo estremece. «Perdí las ocho máquinas de coser, las 400 hormas de calzado, herramientas, documentos, mobiliario» siguiendo con los diferentes elementos que en su interior había, queda claro que la magnitud de las llamas arrasó con todo.

El dolor deL jubilado de 85 años, que habla con Postarosquín, traspasa el tono de voz, pero no deja de agradecer las donaciones de vecinos y vecinas que apenas supieron lo sucedido no dejan de ayudarlo. Solo quiere volver a trabajar. A pesar de la devastadora pérdida, se aferra a la fe y a la esperanza de salir adelante.

Ante la pregunta si sabe qué originó el incendio, comenta que, a ciencia cierta, no sabe, pero que la hipótesis más fuerte es por un cortociuito en la insalación eléctrica.

Foto: Postarosquín

Inmediatamente a que la noticia se conociera, una vez más la comunidad rosquinense demostró su espiritu solidario. Así, rápidamente comenzaron a llegar mensajes en las redes sociales y personalmente de gente que se ofrecía a darle una mano a Beltramo.

De esa manera, la Comisión Comunal se puso a disposición del artesano para hacerle llegar diferentes elementos que necesitara y habilitar una cuenta bancaria. Ante la pérdida de un lugar donde vivir, inmediatamente una vecina de la localidad, Silvina «Pini» Travisan dispuso de una vivienda y el mobiliario. En ese orden Raúl Bertani se comunicó y puso a disposición de Alberto un espacio para guardar sus vehículos. Mientras tanto las donaciones y los abrazos de aliento se manifiestan todos los días.

Aun conmocionado, Alberto agradece a todas las personas, al pueblo de Cañada Rosquín y de la región. «Gracias a la Comuna, Bomberos, Policía…gracias a Silvina, Luli Gambetta, Raúl. Gracias a Graciela Nicollier y Horacio Garello, a Nanci Nicollier…a tantas personas que no me alcanzan las palabras para agradecer». En el final del encuentro y en medio del desastre, emerge la perseverancia y valentía de un santiagueño que eligió vivir en Cañada Rosquín, generando lazos afectivos y una conciencia emprendedora.

Quien pueda colaborar:

Beltramo, Alberto Juan

Alias de CBU: alberto.zapatero1940

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