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Córdoba se quema: Crece el pedido para que se declare emergencia nacional

La sequía no da tregua y los focos este año ya quemaron más de 40 mil hectáreas de monte nativo. En esta secuencia de teror, fue la provincia de Buenos Aires la que brindó asistencia a su par mediterránea.

Foto: Gobierno de Córdoba

En redes, plataformas colaborativas y medios alternativos de comunicación crece por estas horas el pedido para que se declare el estado de emergencia nacional a raíz de los incendios que este año ya quemaron más de 40 mil hectáreas de monte nativo en la provincia de Córdoba. La problemática que surge año a año viene registrando incendios “explosivos”, al compás de la voracidad desarrollista y del corrimiento de la Nación en las políticas públicas de combate al fuego.

Así, y con el Plan Nacional del Fuego herido de muerte, fue la provincia de Buenos Aires la que brindó asistencia a su par mediterránea, aunque no alcanza: hay más de 20 viviendas quemadas, decenas de evacuados y el principal foco que de Capilla del Monte se extendió a Ascochinga, la Granja y San Marcos Sierras. Chancaní, y Villa Berna también registran focos activos.

La secuencia de terror que devastó parte de la invaluable diversidad del monte nativo en la zona serrana comenzó en agosto, con grandes focos en la Reserva Natural de la Defensa en la que se asienta el ex centro clandestino de detención, tortura y exterminio La Perla, el más grande allende la avenida General Paz. En ese predio propiedad del Ejército en el que el EAAF busca restos de desaparecidos ardieron unas 12 mil hectáreas, llegando el fuego incluso al borde mismo del complejo edilicio del ex ccd.

En rigor, el sitio de memoria fue salvado por los bomberos de la vecina Malagueño. Dos fiscalías provinciales investigan el origen del fuego, siendo la hipótesis más firma el inicio del foco a partir del uso de bengalas en las prácticas militares que se realizaron en un sector del predio estatal.

Arde Punilla

Los focos en Capilla del Monte pusieron a Córdoba en el centro de la agenda periodística nacional. Las llamas devastaron unas 20 casas, causaron heridos y evacuados y afectaron a Los Cocos, La Cumbre, San Esteban y Dolores, localidades cercanas al inicio del fuego. Las condiciones de extrema sequedad y los fuertes vientos que azotan la provincia fueron el caldo ideal para la propagación de las llamas, que al Este acechan a La Granja y Ascochinga y al oeste amenazan la bucólica San Marcos Sierras.

Bomberos voluntarios y de la policía y la fuerza ETAC conforman el dispositivo estatal de lucha contra el fuego, a la vez que el gobernador Martín Llaryora se apersonó en la zona de desastre, pidió penas más duras para los causantes del fuego y prometió recursos para la reconstrucción de las viviendas afectadas. A la fecha hay dos detenidos, que explicarían solo uno de los tres focos activos en la provincia.

Lo cierto es que la situación es de suma incomodidad para el mandatario aliado del presidente Javier Milei, toda vez que Nación no envió ayuda alguna y la provincia se ve obligada a afrontar este desastre de final incierto con las herramientas propias y la ayuda de distritos solidarios, como Buenos Aires. En la lucha cuerpo a cuerpo contra el fuego, en tanto, se revivió lo que viene siendo un enfrentamiento habitual entre distintos actores protagónicos: el funcionariado de Seguridad y sus empleados por un lado, las brigadas comunitarias por el otro.

En base a información de Diario Tiempo Argentino

Edición Postarosquín

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