Estudiantes de San Francisco construyen un picosatélite
En el marco de la competencia impulsada por el Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación, explicaron «Con este proyecto apuntamos a poder censar qué pasa con el aire en San Francisco».
Un grupo de estudiantes de la especialidad Electrónica del Ipet N° 50 «Ing. Emilio F. Olmos» de la ciudad de San Francisco, está trabajando en la fabricación de prototipo de satélite CanSat con el objetivo de evaluar la calidad del aire mediante mediciones de presión y temperatura.
En su origen este proyecto fue ideado en conjunto con la Facultad Regional San Francisco de la UTN para promocionar las actividades de investigaciones espaciales en las escuelas de nivel medio.
En este caso, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación puso en marcha el concurso que propone a estudiantes de 150 colegios secundarios de todo el país construir una carga útil cuyo tamaño no supere el de una lata de gaseosa y lanzarla en un cohete hasta una altitud de aproximadamente un kilómetro. En su primera edición en 2022 participaron 4.500 jóvenes de 20 provincias.
CanSat refiere al término CAN (lata) y SAT (satélite), por sus siglas en inglés. El objetivo de la competencia es contribuir al desarrollo de habilidades tecnológicas y a la promoción de una cultura científica e innovadora, ampliando la base de futuros profesionales y fortaleciendo los medios que aseguren la sostenibilidad del sector espacial en la Argentina, con un criterio federal.
Equipo y primera prueba
La escuela técnica continuó con su desarrollo de la mano del profesor de Telecomunicaciones II, Franco Valverde junto a otros docentes y el aporte de las diferentes especialidades con el objetivo de realizar una actividad integradora para lograr una simbiosis entre diversas asignaturas.
El grupo de trabajo está integrado por Juan Cruz Cortez, Martín Dovi, Renzo Carignano, Juan Anselmi y Agustín Gaviglio, de séptimo año Electrónica y Valentín Gutiérrez, de séptimo año Mecánica.
El profesor Valverde coordina este grupo de trabajo, explicó que «primero realizamos una prueba arrojando el picosatélite desde un techo y luego, a través del uso de un drone lo pudimos elevar a 200 metros».
El diseño en el que trabajan los estudiantes.
En el caso del trabajo realizado en el Ipet 50, dijo que «la misión primaria de nuestro satélite es igual a la del resto de los participantes, que es medir presión y temperatura del aire. Después tenemos que pensar en una misión secundaria que es libre para cada desarrollo y allí tenemos que trabajar con elementos accesibles y económicos». De hecho, mientras que el límite de gastos para el desarrollo del CanSat puesto por la organización se estableció en 60.000 pesos, el costo total del trabajo desarrollado por la EFO ascendió a $ 24.000.
El profesor comentó luego que «el CamSat es la excusa perfecta para mostrar todo lo que este grupo de estudiantes pudo aprender a lo largo de siete años en el colegio y las aplicaciones que se le puede agregar. Por medio de este proyecto apuntamos a poder censar qué pasa con el aire en San Francisco«.
El pico satélite es un aparato del tamaño de una lata de gaseosa, no orbital, cuya misión apunta a la recolección de datos, e información vinculado con la temperatura y presión del aire. Su principal función es la enseñanza de tecnologías aeroespaciales en escuelas y universidades.
En base a información de La Voz de San Justo
Edición Postarosquín