Fiesta de música con impronta local
Desde el Taller que dirige, Magalí Fontana fue por un encuentro musical diverso y amplio. Un privilegio ver tanta diversidad de edades en el Espacio León Gieco, dando vida a la «Primera fiesta de la Música».
Ya formará parte del calendario de encuentros de Cañada Rosquín. Con una importante cantidad de público, se desarrolló la Primera Fiesta de la Música en el Espacio León Gieco. De este modo niños y niñas, jóvenes, mujeres, grupos, se encargaron de interpretar distintas canciones, todo con la impronta personal de la cantante y educadora Magalí Fontana.
El lugar emblemático frente a la plaza, fue testigo de una noche espectacular, colmada de emociones y sentimientos. No sólo se trató de un evento singular, sino que también significó el reencuentro de la música con sus protagonistas.
Es un privilegio ver a tanta familia y grupos juntos en una primera juntada. Magalí es la directora del Taller Mi Sol y desde ahí abrió el juego, con una propuesta musical muy amplia. «Mi Sol es un espacio de Música, aprendizaje y bienestar. Es un emprendimiento familiar donde cada una de las tres partes que la conforman aportamos nuestras fortalezas para que sea un lugar distinto, un lugar para «ir a encenderse». Por eso su nombre: no solo hace referencia a las notas musicales «mi» y «sol», sino que metafóricamente habla del sol interior, porque la música hace bien» expuso a este medio Magalí.
Feliz por la convocatoria, enfatizó: «Fue la Primera Fiesta de la Música, donde todas las personas que forman parte del taller compartieron su música con sus seres queridos. En ese sentido, agregó: «Realmente fue muy emocionante, son 41 participantes, en edades que van desde los 4 años hasta los 67».
Sobre la elección del lugar, la cantante y maestra rural dijo: «Elegimos el Espacio León Gieco porque es símbolo y referente musical. Es un lugar lleno de arte, cultura, pertenencia, identidad, historia. Consideramos a León como el Padre de la música Rosquinense y valoramos enormemente que en su coherencia constante artística y personal haya elegido nuestro, su pueblo para compartir su trayectoria teñida de tantos valores».
En el final, Magalí sintetizó: «Fueron dos horas de buena energía, vibrante, de emociones, respeto. Nos sintonizamos. Ojalá algo de eso se haya escapado por una endijita y contagie afuera lo que se vivió. Porque, al menos nuestra familia, ese día salió a la vereda y confirmó que si sonamos juntos la música es mucho mejor».
La presentación contó con la asistencia y sonido a cargo de Pati Coccolo. Desde Postarosquín alentamos para que se instale como un evento cultural que forme parte de la escena local.